Existe una amplia oferta para atender problemas de salud mental. Sin embargo, a la hora de buscar cuál es la mejor opción es importante tomar decisiones informadas sobre las características de los tratamientos y la metodología que utilizan los psicólogos clínicos para seleccionar el mejor tratamiento disponible para los problemas emocionales. Siempre se recomienda elegir terapias respaldadas por evidencia sólida y evitar aquellas que carecen de un fundamento científico. A menudo, esta distinción puede ser la diferencia entre tratar de manera efectiva los problemas o mantenerse con estos. Entonces, ¿por qué es importante evitar tratamientos no basados en evidencia? Aquí te lo explicamos.

Tu bienestar es lo primordial
Tener una buena calidad de vida incluye tener bienestar psicológico y salud mental, y mereces la mejor atención posible. Los tratamientos basados en evidencia se desarrollan a través de rigurosas investigaciones y pruebas científicas tanto en contextos de laboratorio como aplicados. Estas terapias han demostrado consistentemente su eficacia en una variedad de contextos clínicos. Optar por un tratamiento no basado en evidencia podría poner en riesgo tu bienestar, ya que esas terapias no han pasado por el mismo escrutinio científico. En otras palabras, no sea ha puesto a prueba si esas técnicas o terapias son superiores a no hacer ninguna intervención.

Evita el tiempo y los recursos desperdiciados
Invertir tiempo y recursos en terapias no basadas en evidencia puede ser desalentador. Es posible que pases meses o incluso años en un tratamiento que no te brinda resultados significativos. Por el contrario, las terapias basadas en evidencia están respaldadas por investigaciones sólidas y, en general, tienden a ser más eficientes en términos de tiempo y recursos.